¿En qué consiste la Prevención de riesgos laborales?

Prevención significa anticiparse, prever. Esto significa actuar antes de que algo suceda con el fin de evitarlo o, en todo caso, impedir sus efectos.

Prever, ver, conocer de antemano o con anticipación un daño o perjuicio.

Implica, por tanto, anticiparse a los efectos negativos de una situación y actuar para cambiarla; y tal como dice el artículo 4.1 de la LPEL: 

Se entenderá por «prevención» el conjunto de actividades o medidas adoptadas o previstas en todas las fases de actividad de la empresa con el fin de evitar o disminuir los riesgos derivados del trabajo.

Fuentes de riesgo: las condiciones de trabajo

Una vez que sabemos lo que es la Prevención, debemos saber cuáles son esas condiciones de trabajo que pueden suponer un daño para la salud de los trabajadores y, por tanto, sobre las que hay que actuar. En este sentido, la Ley lo deja claro lo que se entiende por «condición de trabajo» y lo que se incluye en dicha definición:

Condición de trabajo. Se entenderá como «condición de trabajo» cualquier característica del mismo que pueda tener una influencia significativa en la generación de riesgos para la seguridad y la salud del trabajador.

Qué se entiende por condición de trabajo. Quedan específicamente incluidas en esta definición:

  1. Las características generales de los locales, instalaciones, equipos, productos y demás útiles existentes en el centro de trabajo.
  2. La naturaleza de los agentes físicos, químicos y biológicos presentes en el ambiente de trabajo y sus correspondientes intensidades, concentraciones o niveles de presencia.
  3. Los procedimientos para la utilización de los agentes citados anteriormente que influyan en la generación de los riesgos mencionados.
  4. Todas aquellas otras características del trabajo, incluidas las relativas a su organización y ordenación, que influyan en la magnitud de los riesgos a que esté expuesto el trabajador.

Los principios de la acción preventiva

Finalmente, hay que tener claro que la prevención se basa en una serie de principios que hay que respetar, para conseguir su máxima eficacia. Estos principios de la acción preventiva son:

  1. Evitar los riesgos.
  2. Evaluar los riesgos que no se puedan evitar.
  3. Combatir los riesgos en su origen.
  4. Adaptar el trabajo a la persona.
  5. Tener en cuenta la evolución de la técnica.
  6. Sustituir lo peligroso por lo que entrañe poco o ningún peligro.
  7. Planificar la prevención, buscando un conjunto coherente que integre en ella la técnica, la organización del trabajo, las condiciones de trabajo, las relaciones sociales y la influencia de los factores ambientales en el trabajo.
  8. Adoptar medidas que antepongan la protección colectiva a la individual.
  9. Dar las debidas instrucciones a los trabajadores.